¿Alguna vez te has preguntado si Isaac Newton tuvo que justificar ante sus padres el querer entender la física antes de que existiera? No estamos en los tiempos de Newton y ante un mundo nuevo hay generaciones a las que se les hace más complicado entender ciertas cosas con respecto a otras que han crecido inmersas en una época de cambios.
Quieres ser un artista, pero tus papás quieren que seas el siguiente abogado de la familia, con esta pequeña guía te regalamos las estrategias básicas de negociación para que puedas convencerlos a abrirse a nuevas opciones para ti.
¡Advertencia!
Antes de entrar en materia, es importante que consideres que vas a defender tu pasión, no se trata solo de contradecir una postura. Además, toda decisión que tomes y sus respectivas consecuencias te van a afectar a ti, pero siempre es bueno tener aliados en el camino académico.
Por último: no dejes de hacer lo que te gusta. Si llegaste hasta aquí es porque estás dispuesto a defender eso que te apasiona, y por ello, sabemos que ya tienes parte del camino.
Antes de toda negociación, prepárate.
En el proceso de preparación para negociar con tus papás debes considerar si han conversado sobre el tema previamente, y analizar cómo ha sido el tono de la comunicación, las razones por las cuales ellos no han validado esa área o no has expresado lo que sientes.
El criterio es la base para convencer a cualquier persona. Investiga todo lo necesario antes de poner sobre la mesa las posibilidades, este ejercicio no solo te dará una ventaja sino que mostrará la iniciativa que tomaste, lo cual refleja responsabilidad.
Finalmente la consistencia: es más fácil convencer a alguien con acciones que ya has venido implementando. Esas acciones pueden ser investigar donde te puedes formar, mostrar iniciativa en conectar con mentores o personas con experiencias que puedan guiarte en cual es la mejor institución y los trabajos que pueden ir preparándote el camino.
No lo olvides, antes de negociar ten presente las tres Cs: comunicación, criterio y consistencia.
Ahora sí!: a negociar con tus papás.
¿Y si no hay acuerdo?
Solo queda demostrarles con acciones que eres capaz de hacer todo lo que necesitas para estudiar lo que deseas. Al demostrar la convicción de eso que te apasiona, en algún momento ellos confiarán en que eres responsable de tu decisión y sus consecuencias.