Además de la fiesta de prom, despedirte de esa clase que odiabas, firmar anuarios con un “Eres lo máximo, nunca cambies” y jurar amistad eterna con tus compañeros, el fin del colegio llega con la pregunta de qué estudiar en la universidad. Te la haces tú mismo, te la hace tu abuelita, te la hace tu novia. Acá van algunos consejos que pueden guiarte para tomar una decisión.
Con el pregrado empiezas a construir tu carrera profesional, por lo que es fundamental para tu proyecto de vida. Entonces, aparte de que te guste lo que vas a estudiar, piensa también en hacia qué trabajos te dirigirá ese campo, qué oportunidades se abrirán y cuáles se cerrarán. Si te interesa un pregrado, pero no sabes si va a encajar con lo que buscas laboralmente, tal vez sea mejor que lo pienses dos veces. Explora cómo son los trabajos de tu profesión y si se ajustan a lo que buscas. O, bueno, primero busca si sí hay trabajos de tu profesión. Así podrás decidir con más información.
Ya sé lo que estás pensando: que la vez pasada la psicóloga del colegio te hizo un test y no sirvió de mucho porque sigues sin saber qué estudiar. Pero no veas estos tests como la respuesta absoluta, sino como una guía que te puede dar luz frente a opciones que no habías considerado. Tal vez no habías caído en cuenta que tu aptitud para elaborar argumentos sólidos, tu convicción de justicia social y tu sed de conocimiento te pueden hacer un gran abogado. Los tests vocacional no te dirán la respuesta final, pero sí pueden mostrarte lados de ti que estabas pasando por alto.
Imagínate en veinte o treinta años, quizás con menos pelo, más kilos y un perro o una hija. ¿Sí estarías feliz con las actividades de tu profesión? ¿No vas a tener problema en escarbar en decenas de bocas todos los días para limpiar sus encías? ¿Todo bien con vivir en el campo por varios meses? ¿Segura de que soportarás ver sangre y vísceras constantemente? Es decir, además de pensar en qué estudiar, piensa en qué te va a tocar hacer una vez te gradúes, las funciones de tu profesión. Y busca las funciones de otras profesiones, quizás tu llamado esté en una que no habías considerado.
De pronto te gusta armar y desarmar cosas, o sumergirte en libros y mundos nuevos. Tal vez disfrutas de cuidar a las plantas y animales, o de cocinar galletas con chocolate. Quizás eres bueno defendiendo una posición con argumentos, o para organizar fiestas y planes con tus amigos. A lo mejor te gusta resolver problemas, o entender el porqué de las cosas. Dentro de ti ya hay múltiples habilidades que pueden indicarte qué camino tomar a la hora de elegir qué estudiar. Piensa en cuáles son tus fortalezas, así como tus debilidades: estas pueden ser un buen factor para tu decisión.
Es obvio, pero no sobra decirlo: no eres la primera persona, ni la última, que se enfrentará a esta decisión. Alrededor tuyo hay decenas de amigos y familiares que ya tuvieron que elegir profesión y saben por dónde va la cosa; tienen experiencia. Llámalos y pregúntales. Pregúntales muchas cosas. ¿Cuál fue la peor materia que vieron en la universidad? ¿Qué fue lo que los sorprendió? ¿Cómo es su trabajo? ¿Cuánto ganan? ¿Te recomiendan ese camino? Aunque tu carrera profesional es solo tuya, estos testimonios te pueden dar elementos que no habías considerado. Pedir y recibir consejos es una gran decisión en este momento de tu vida, incluso de tus papás.
Este es el consejo más importante. Más allá del estrés y de la incertidumbre, si has investigado y pensado bien la pregunta de qué estudiar, confía en tu decisión. Nadie te conoce mejor que tú mismo, y si das el paso con seguridad será un gran inicio para tu carrera profesional. Recuerda que el pregrado no define el resto de tu vida, solo es un primer momento, aunque importante, para adquirir habilidades y conocimientos. Si te gusta y estás convencido, seguro te va a ir muy bien. Así ya vas a poder responderle a tu tía si te vuelve a preguntar en la próxima reunión familiar.
¿Ya sabes qué quieres estudiar? Da el siguiente paso. Recuerda que puedes contar con Sufi como aliado para tu educación superior en la parte financiera.
Esta nota fue producida por VICE.